Cosas que hemos notado esta semana:
1. Durante toda la semana han destacado sobre el resto de compañeros aquellos alumnos que están acostumbrados a hacer algún deporte a pesar de que todos afrontaron la actividad con el mismo desconocimiento de esta disciplina. Nosotros desconocemos quien realmente hace deporte y quien no pero puede adivinarse sin muchos problemas mirando cómo juegan. No por la forma física, que con los ejercicios que hemos hecho no contaba mucho, pero por la predisposición a aprender, preguntar por las normas, etc. Simplemente por la forma de moverse y estar cómodo con un balón (a pesar de la forma "extraña", para alguien que no esté acostumbrado a él, del balón de fútbol americano).
2. Hay grupos que tienen mejor química en general entre ellos dentro de clase que otros y esto se ha trasladado al campo. Esto pone de manifiesto lo que todo el mundo ya sabe: la importancia de "ser una piña" en los deportes de equipo. Si todos reman en la misma dirección los que tienen facilidad van a destacar igualmente y los que tengan dificultades se van a beneficiar de sus compañeros para hacerlo mejor.
3. Los niños siempre quieren probar cosas nuevas y se divierten con ellas pero siempre hay alguno por el medio que le da vergüenza hacerlo mal o que piensa que va a ser peor que los demás o algo. Normalmente este niño no puede disfrutar la actividad porque está más preocupado de "lo que podría salir mal" o "lo que pensarán los demás" que de la propia actividad. Esto suele darse en los cursos más altos de secundaria, en los que la presión del grupo es más acentuada.
4. También hemos notado otra cosa con la que ya contábamos y es que un aspecto importante y que hay quien pasa por alto a la hora de hacer deporte son las aptitudes no físicas y sobre todo la actitud. Los grupos que demostraron más destreza a la hora de organizarse para algo tan simple como hacer una fila y escuchar qué se espera de ellos en el ejercicio han sido los que han podido entender cuál era su función y consecuentemente el ejercicio ha sido más fluído y en general el rendimiento de cada jugador ha sido mayor. Ha sido curioso ver cómo el profesor podía adelantar en qué grupos veríamos los mejores partidos conociendo únicamente la dinámica de grupo (estos escuchan mejor, estos se ayudan, estos son más competitivos, etc.). Y eso no tiene nada que ver con ser mejor o peor deportista.
En conclusión: Nos ha gustado mucho poder compartir nuestro tiempo con los alumnos y haberles enseñado las bases del deporte que tanto nos gusta. Nos consta que hemos despertado el interés en más de uno porque así nos lo han hecho saber y esperamos verles nuevamente lo más pronto posible.